Fuentecantos es uno de los muchos pueblos creados gracias al Concejo de la Mesta, en época de mayor esplendor de la Trashumancia. Por la localidad transcurre parte de la Cañada Real Soriana Oriental, situándose a 3 km del lavadero de lanas más importante de la provincia de Soria en cuanto al volumen de lanas, el de chavaler.
Muestra de la población que tenía el Censo de Pecheros de 1528, en el que no se contaban eclesiásticos, hidalgos y nobles, registraba la existencia de 19 pecheros, es decir unidades familiares que pagaban impuestos.
En torno al siglo XIV, se identificaba una arquitectura feudal en el alto de la montaña en la entrada del pueblo más próxima a los municipios de Buitrago y Garray, aunque en la actualidad quedan pocos rastros sobre ella.
Es un pueblo de la Vieja Castilla, que tuvo población suficiente para tener Maestro, Médico y Sacerdote con sus respectivas viviendas, que hoy en día se pueden visitar, conservando las estructuras iniciales pero reconstruidas en su interior.
A la caída del Antiguo Régimen la localidad de constituye en municipio constitucional en la
región de Castilla la Vieja, partido de Soria2 que en el censo de 1842 contaba con 41 hogares y 164 vecinos.
Poseía una escuela que se abandonó en 1969 cuando los alumnos se trasladaron a la escuela de Buitrago. Dicha escuela es en la actualidad el espacio de cooperación y convivencia del municipio donde se realizan talleres, comidas y espectáculos, situados en la plaza central del pueblo.
También conto con médico que a principios del siglo XXI dejó de asistir a la población.
A destacar la iglesia de San Miguel Arcángel (patrón del pueblo) con un románico tardío en la que se puede observar en su interior una escultura del santo románica y en la fachada exterior se pueden observar los escudos de las casas pastoriles que residían en el municipio.
Cuenta con una Plaza recreativa en la paralela a la Plaza principal, de menor tamaño y arbolado como espacio público.
En la fuente, del siglo XIX (1982) se observa un lavadero recién construido, con unos caños de agua, la escultura en homenaje a las lavanderas que residían en la localidad de las cuales algunas trabajaban en el lavadero de chavaler y un espacio arbolado recreativo. En ella se celebran conciertos, actividades lúdicas y socioculturales.
En los alrededores de la fuente, se pueden observar distintas piedras pertenecientes al pueblo, en las que destacan 2 de las 3 piedras en las que se situaban las cruces de la iglesia en la bendición de los campos, traídas del camino que transcurre detrás del lavadero y que llega a los campos de labranza.
En el año 2019, Fuentecantos inauguró un museo etnográfico, en los alrededores de la fuente, en el que recuperó la antigua fragua del pueblo, con un gran fuelle antiguo y la escuela con sus pupitres.
En la actualidad también tiene parada de autobús.
Como bebida tradicional se cuenta con el perolo, una bebida de uva prensada aromatizada con diversas frutas puesta desecar con el calor y peras enteras aromatizadas con canela y edulcoradas con azúcar.
En el paraje conocido como "el Verdinal" se han encontrado restos de edificaciones, por lo que se puede afirmar que fue durante los siglos XVI y XVII cuando el municipio de Fuentecantos tuvo su máximo apogeo.